Autor: León. 11 años. 6º PRIM. Tlalpan. CIUDAD DE MÉXICO.
Había una vez un niño que se llamaba Adrián el cual caminaba por el parque lamentándose porque todas las niñas, niños y niñes tenían mucha creatividad e imaginación y él se sentía gris, oscuro y desanimado porque no podía imaginar nada.
Un día Adrián estaba sentado en su casa aburrido pensando que no tenía imaginación, así que salió a caminar para despejar su mente. En el camino todo era gris, aburrido y aunque los niños lo invitaran a jugar él no los podía escuchar. Venía pensando en lo aburrido que era y de lo que no se dio cuenta fue que por donde pasaba todo se ponía gris y lluvioso.
José Carlos Gutierrez. CDMX
José Carlos Gutierrez. CDMX
Todas las niñas, niños y niñes que no les importaba la grisura se quedaban atrapados y ya no podían salir… toda su imaginación la perdían por completo, todo lo que imaginaban salía volando por los aires.
Y en cierto punto se juntaba todo lo que salió volando en una bola de masa negra la cual se desvanecía poco a poco. Lo que pasaba era que perdían la imaginación. Lo más extraño fue que la nube gris no afectaba a los adultos, ni siquiera la podían ver.
José Carlos Gutierrez. CDMX
Adrián seguía caminando hasta que de repente chocó con una puerta. Adrián quiso entrar, por algún motivo volteó atrás y vio todo lo que pasaba detrás de él, y se asustó. Salió corriendo por los espacios de la biblioteca hasta que le cayó un libro de la nada, lo cual hizo que salieran las letras a montones.
De repente le llegaron muchas ideas de cómo derrotar a la nada:
FIN
Si estás interesado en participar ya sea con algún contenido visual o de texto, recuerda que puedes contactarnos para hacernos llegar tu colaboración.
Sólo tienes que enviar tu aportación al correo electrónico de Chamakes para poder publicarla en su sitio web.
chamakes.parati@nube.sep.gob.mx