¿De quién hablamos? Es mexicanísimo, acuático, tiene una "corona" y una graaan "sonrisa"; otra pista es que su imagen aparece en los billetes de 50 pesos... ¡Claro!, ¡es el ajolote! Como a todos nos cae bien y nos preocupa que esté en peligro de extinción, aprovechamos para hacerle un huequito aquí y, entre tantas aportaciones creativas, conocer sus extraordinarias cualidades. A ver, ¿qué te inspira esta singular especie?
Autora: Andi. 11 años. 6º PRIM. Guadalajara. JALISCO.
El ajolote es un animal que vive en lagos y canales en Xochimilco, en México, nace del huevo y le gustan las plantas como el lirio y respira por medio de sus branquias. Puede ser negro, café, gris o dorado. Ellos pueden regenerar partes de su cuerpo. Los ajolotes como están en peligro de extinción los mantienen en acuarios. Comen peces y lombrices.
Ilustración de Andi
Autor: Vlady. 10 años. 5º PRIM. Gustavo A. Madero. CIUDAD DE MÉXICO.
El ajolote de Vlady
Autora: Isa. 7 años. 2º PRIM. Iztapalapa. CIUDAD DE MÉXICO.
En Xochimilco, imagen de Isa (medio IA)
Las marcas, imagen de Isa (medio IA)
Había una vez ajolote que vivía en Xochimilco, iba a trabajar como doctor todos los días, y un día al revisar a un paciente notó algo muy extraño, su paciente tenía marcas en todo el cuerpo y de pronto pum, el paciente se convierte en "un demonio" a causa de las marcas, el doctor aprovecho el momento y sale del consultorio para ponerse el disfraz y convertirse en "ajolotín el justiciero", y regresa para enfrentarlo y lo vence con golpes (pam pam) toma eso y esto. Ya derrotado el demonio, se convierte en persona normal de nuevo, aunque sigue teniendo las marcas (bueno se le quitaron más o menos) vuelve a ser humano para siempre.
Ajolotín vs el demonio, imagen de Isa (medio IA)
Autor: Vlady. 10 años. 5º PRIM. Gustavo A. Madero. CIUDAD DE MÉXICO.
Un día una hueva de ajolote se quedó atorada en huevas de rana y eclosionaron, eran iguales al nacer, pero al crecer iban cambiando, las ranas se hacían redondas y el ajolote largo y las ranitas excluían al ajolote por ser diferente, pero creció y se hizo más bonito y de color dorado. Tiempo después se reencontró con sus padres y otros de su especie que los aceptaron con sus diferencias y fue feliz.
El ajolote y la rana, licencia CC0/freepik.com
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