Autora: Anne Alberro Semerena
Vivo en el municipio de Huitzilac, en el estado de Morelos. Cada año, el 28 de septiembre, aparecen en muchos lugares cruces pequeñas hechas con flor de pericón. Están en las puertas y ventanas de las casas, en las milpas, en los negocios y hasta en los coches y camiones. Esta costumbre de elaborar dichos símbolos es una mezcla de historia, cultura y significado que ha pasado de generación en generación.
El pericón, al que también se le conoce por su nombre náhuatl yiauhtli, crece en nuestros campos. Desde hace muchísimos años, incluso antes de que llegaran los españoles, los pueblos indígenas ya usaban esta planta en sus rituales. Para ellos, el pericón era sagrado porque creían que tenía poderes especiales para proteger a las personas y alejar los "malos espíritus". Pero también lo usaban como medicina, condimento, insecticida y colorante.
Cuando llegaron los españoles y trajeron la religión católica, muchas de las tradiciones indígenas se mezclaron con las nuevas creencias. Así, el pericón empezó a usarse en las festividades de San Miguel Arcángel, cuyo día se celebra el 29 de septiembre. La cruz de pericón se convirtió en un símbolo de protección y se empezó a colocar el 28 de septiembre, como una manera de prepararse para la fiesta de San Miguel y protegerse del "diablo".
Cruz de Pericón, Secretaría de Turismo y Cultura del estado de Morelos
En mi familia, esta tradición es muy especial. Cada año, salimos al campo con mis papás y mis hermanos a recolectar ramas de pericón. Mi abuelita nos enseña cómo hacer las cruces mientras nos cuenta historias de cuando ella era pequeña y hacía lo mismo con sus papás. Después, las colocamos en la puerta y ventanas de nuestra casa para protegernos de los "malos espíritus" y también en los campos donde sembramos maíz para que no lleguen los fuertes vientos.
Hoy en día podemos encontrar las cruces de pericón en los mercados, donde algunas personas las venden para mantener a sus familias, una costumbre que se ha conservado desde que vivían sus abuelos. Y si vienes a Morelos a finales de septiembre y ves en las casas, los autos y los comercios esas cruces, ya sabrás cuál es su significado.
San Miguel Arcangel, Héctor Daniel Becerra López
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