Autora: Cata. 6 años. 1º PRIM. Singuilucan. HIDALGO.
El sábado pasado fui con mi tío y mi prima Chayo a la feria de Tulancingo, yo estaba muy emocionada porque íbamos a llevar unas borregas del rancho a la expo ganadera. Mis tíos las acomodaron en una camioneta especial, con rejas y paja para que estuvieran cómodas y viajaran tranquilas.
Cuando llegamos, olía como a pasto, tierra y un poquito a establo, había muchísima gente, puestos con comida y música de banda sonando. Pero primero fuimos al área de la expo ganadera, donde iban a dejar las borregas, Chayo y yo nos quedamos mirando cómo las bajaban.
Después, mi prima y yo empezamos a caminar para ver qué otros animales había, vimos vacas gigantes, de esas que parecen muy altas cuando estás junto a ellas.
En la expo, fotografía de Cata
Archivo iconográfico DGME-SEB-SEP
También había chivos, gallinas y patos, pero lo que más me llamó la atención fueron unos conejitos diminutos, con orejas cortitas y pelito suave como una nube.
Un señor de playera roja, pantalón azul y botas de rancho, quien era el veterinario, estaba cuidando a los conejos, nos vio mirarlos y nos preguntó si queríamos cargar uno, yo dije que sí muy rápido y me pasó un conejito blanco con unas manchitas negras. Era tan ligero que parecía que no pesaba nada y podía sentir su corazoncito latiendo rápido, y se movía despacito como si estuviera curioso.
Le pregunté qué es lo qué comen y cómo debemos cuidarlos, el nos explicó que esos conejos necesitaban comer pasto tierno y tomar agua limpia todos los días, también dijo que no debíamos asustarlos porque son animales muy tranquilos y me gustó aprender eso porque me hizo pensar que, aunque sean pequeños, necesitan muchos cuidados.
Antes de irnos, fuimos a ver de nuevo a las borregas del rancho, que estaban muy tranquilas en su corral.
Ese día fue muy especial porque vi animales que nunca había visto tan de cerca, y porque pude cargar un conejito por primera vez. Cuando llegamos a casa, le conté todo a mi mamá y le dije que algún día me gustaría tener un conejo así de chiquito.
Entonces tuvimos una gran idea, hacer un conejito como el que cargué con pompones de estambre, juntas lo hicimos y nos quedo algo muy parecido al conejito que vimos, ¡fue muy sencillo! Y de esta forma tengo a mi conejito en casa.
Mí conejito, fotografía de Cata
Si estás interesado en participar ya sea con algún contenido visual o de texto, recuerda que puedes contactarnos para hacernos llegar tu colaboración.
Sólo tienes que enviar tu aportación al correo electrónico de Chamakes para poder publicarla en su sitio web.
chamakes.parati@nube.sep.gob.mx