Autora: Emily. 9 años. 3º PRIM. Ahome. SINALOA.
Todo empezó en un periódico infantil, cuando mi mamá me inscribió y pues a mí me gusta explorar la naturaleza y para explorar la naturaleza se requiere energía y todo lo demás, pero también se requiere la libertad, la libertad es un signo representando que puedes hacer algo que casi nunca te dejaron hacer o que nunca habías hecho, así puedes ir de un lugar a otro.
cochinilla de tierra, licencia CC0/pixabay.com
Insecto palo, licencia CC0/pixabay.com
A mí me gusta explorar porque encuentro mariquitas, flores, mi árbol cada vez tiene más flores amarillas, encuentro insectos raros, como el insecto hoja o el insecto palo, cochitos (cochinillas) gigantes o chiquitos, y cochitos (cochinillas) medianos como yo recolecto y es como si fuera la mamá y me gusta crear casas minis, es libertad para jugar.
Explorando la naturaleza, dibujo de Emily
Como la libertad te ayuda a soltarte, por ejemplo, yo quiero cantar y tú quieres cantar, pero no tienes la suficiente valentía como enfrentar tus miedos como la pena. Pues la libertad como te ayuda a soltarte has de cuenta que tú ya alcanzaste tu meta, la manera para superar tus miedos es tan fácil haciendo esta técnica, poniendo tu mano en la pancita, luego inhalar y exhalar.
Meditando, licencia CC0/freepik.com
Un día vi el cielo como si fuera el mar, se miraba como si lo hubieran acabado de pintar, pero no, era el cielo normal y una cosa muy importante eran las nubes que se miraban tan realistas que parecían espuma del mar, pero la espuma del mar es blanca y esponjocita como se miraban el cielo.
Nubes, licencia CC0/pixabay.com
A mí me gusta mucho ir al mar porque puedo nadar, bucear, encontrar conchas, hasta que un día estaba en una playita y adivinen ¿qué me encontré?
Un cangrejo hermintañoooooo! yo cuando lo vi dije: mamáaaaa! Ninaaaaa! Hermanooo! Tataaa! ¡hay un cangrejo hermintañoo!
Jugando en la playa, dibujo de Emily
Luego vimos que se fue al mar y cuando lo quisimos agarrar que llega el "monstruo" mi hermano de un año y sin miedo lo agarró y lo aventó tan lejos que hasta el agua me chispeó hasta la cabeza, luego quise empezar a buscar caracoles y no cualquier caracol, sino unos caracoles que tienen adentro animalitos, primero jugamos juntos los caracoles y yo, y luego los volví a regresar al mar porque no son seres humanos que aguantan la respiración afuera del agua y necesitamos regresarlos porque se pueden extinguir y ayudan a que el agua quedé limpia, pero no purificada.
Cangrejo ermitaño, licencia CC0/freepik.com
Archivo iconográfico DGME-SEB-SEP
Cuando nado en el mar siento libertad, no importa si tomas tragos de agua o que se te meta a los oídos y que te empieces a hundir, tú vas a relajarte y vas a vas a empezar a flotar, ojalá que todos los niños aprendan a nadar y conozcan la playa. Para mí es muy importante la libertad porque sientes como si fueras la reina, como si mandaras, ser libre por primera vez.
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