Nacida el 4 de julio de 2012 en San Fernando, Tamaulipas, Elena Guadalupe de la Garza Ramírez, de 13 años, ha aprendido a mirar el mundo con ojos de asombro y manos de creación. Estudia en la Escuela Secundaria General No. 1 "Dr. Belisario Domínguez", donde ha encontrado espacios para nutrir su talento y sensibilidad. Hija de Joel de la Garza Magaña y Magali Margarita Ramírez Padrón, es la mayor de tres hermanos y, desde temprana edad, ha tejido su propia historia entre colores, acordes y letras.

A los dos años, mientras otros apenas descubren el lenguaje, Elena ya pintaba; el arte le hablaba al oído y ella respondía con dibujos, figuras y formas que decían más de lo que las palabras podían nombrar. Lo suyo no era un pasatiempo: era una manera de sentir, de expresar, de habitar el mundo. Las manualidades, los trazos y la creación constante fueron su refugio y su impulso.

Su pasión por la música encontró una voz en la guitarra, y desde entonces, cada cuerda se convierte en un hilo invisible que une su corazón con lo intangible. Lee con emoción, escribe con entrega. Encuentra en las palabras no solo compañía, sino posibilidad. Escritora en formación, su sensibilidad no se enseña: se cultiva, se nutre y se cuida. Por eso, ha florecido de la mano de su maestra, la profesora Olga Donají Ibarra Leal, quien ha sido testigo y cómplice en este camino de expresión y descubrimiento.

Elena no escribe por escribir: escribe para encontrarse, para entenderse, para tender puentes. Su voz, aún joven, ya resuena con autenticidad. Su historia apenas comienza, pero su huella ya se dibuja con firmeza en el papel.